Destacan una investigación a nivel celular del cáncer de próstata


(Buenos Aires).- Un grupo de investigadores del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) liderados por la Dra. Adriana De Siervi ha publicado recientemente en Molecular Cancer Research (2015; DOI: 10.1158/1541-7786.MCR-15-0150-T) un trabajo – destacado en primer lugar en la edición de dicha revista científica– que demuestra un asociación entre dos proteínas, la enzima antioxidante hemo oxigenasa 1 (HO-1) y la del gen supresor de tumores de cáncer de mama (BRCA-1) como reguladoras de la homeostasis celular en el cáncer de próstata. Sus resultados abren la posibilidad al desarrollo de nuevos blancos terapéuticos.

El cáncer de próstata es el segundo de mayor incidencia en nuestro país y ocupa el segundo lugar, luego del cáncer de pulmón, en varones, como causa de muerte relacionada con cáncer en todo el mundo. Aunque se desconocen las causas exactas se sabe que existen factores genéticos y ambientales involucrados en la etiología del cáncer de próstata. Entre los principales factores de riesgo se encuentran la edad avanzada, los antecedentes familiares, enfermedades de la próstata y la dieta.

Adriana De Siervi, Doctora en Ciencias Biológicas, Investigadora independiente del Conicet, Directora del Laboratorio de Oncología Molecular y Nuevos Blancos Terapéuticas en el IBYME y líder del estudio, explicó: Nuestro objetivo como grupo de trabajo en el laboratorio es encontrar nuevos genes o marcadores moleculares que sirvan para mejorar tanto el diagnóstico como el pronóstico o el manejo del seguimiento de la terapia de pacientes con cáncer. Para ello –agregó– estudiamos una amplia gama de proteínas. La más antigua BCRA-1, muy conocida internacionalmente por su relación con el cáncer de mama. Sin embargo, nosotros hemos publicado varios reportes en los que demostramos el rol de esta proteína en cáncer de próstata como gen supresor tumoral.

Además, mediante trabajos previos hechos en forma conjunta con la doctora Elba Vazquez, Directora del IQUIBICEN de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA y una especialista en el estudio de la hemo oxigenasa 1, habían determinado que esta enzima que interviene en la respuesta al estrés oxidativo tenía efecto antitumoral en cáncer de próstata. Este bagaje de conocimiento, llevó al equipo del IBYME a plantearse una hipótesis muy novedosa, que fue el trabajo de tesis de licenciatura de Estefanía Labanca, estudiante de Ciencias Biológicas: relacionar la actividad antioxidante de ambas proteínas. Y encontraron que intervienen en forma conjunta en ese proceso.

El resultado del trabajo fue un hallazgo original, demostramos por primera vez que BRCA1 aumenta la expresión de la proteína HO-1 y así regula la respuesta al estrés oxidativo en cáncer de próstata, dijo la investigadora.

Un estudio con células y animales de laboratorio

Arribar a estas conclusiones fue el resultado de estudios hechos in vitro mediante cultivos de líneas celulares y con ensayos en ratones modificados genéticamente.
Trabajamos con líneas celulares humanas de cáncer de próstata, algunas sensibles a los andrógenos, otras, no, que representaron los distintos estadios de la enfermedad. Además, mediante manipulación genética pudimos producir líneas celulares estables que tienen modificación en la expresión de los genes de esas dos proteínas. Así obtuvimos modelos celulares en los que BRCA1 estaba mutado, otros donde estaba sobreexpresado y lo mismo para HO-1, explicó De Siervi.

Además, completaron el estudio con los ensayos en ratones "nude". Trabajamos con ratones modificados genéticamente `nude´ que carecen de sistema inmune para evitar el rechazo, a los que le inyectamos células tumorales humanas y observamos que desarrollaba el tumor. Este modelo se llama xenotrasplante, es un sistema que tiene sus limitaciones pero que nos resultó útil para complementar los estudios en líneas celulares, agregó.

Nuevos blancos terapéuticos

Si bien en condiciones normales estas dos proteínas –BRCA1 y HO-1– participan de mecanismos fisiológicos reguladores que protegen y reparan los daños que se producen en el genoma por acción de las especies reactivas de oxígeno, estos genes supresores en condiciones tumorales están muy apagados y no estarían actuando para solucionar esa situación. Es así como el hallazgo de los científicos del IBYME abre nuevas posibilidades terapéuticas.

"Lo importante sería poder estimular a estas proteínas para que en forma conjunta con otro tipo de terapia como la doxorrubicina o los taxoles ofrecieran la posibilidad de una herramienta terapéutica", comentó De Siervi.

Según la investigadora, actualmente se está investigando en la búsqueda de alguna manera terapéutica que logre estimular la actividad de estas dos proteínas en los estadios tempranos de la enfermedad.

Satisfecha con el éxito del trabajo, De Siervi reconoce que la publicación ha tenido gran repercusión entre la comunidad científica internacional. "El trabajo me lo han pedido muchos investigadores de distintos países como China, Europa y Estados Unidos y eso significa un interés genuino que nos da una gran satisfacción", concluyó.

Fuente: FABA Infoma

Trabajo publicado en Molecular Cancer Research

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