Estrategias para mejorar el diagnóstico precoz de VIH, VHB y VHC
(Buenos Aires).- A los pacientes atendidos en urgencias, que tuvieron que someterse a una extracción de sangre como parte de la atención recibida, se les ofreció la posibilidad de realizarse también la prueba de detección del VIH, el VHB y el VHC. Más de una cuarta parte de las personas atendidas consintieron hacerse la prueba y en 3% de estos pacientes se detectó la presencia de alguno de los tres virus sanguíneos. Un 45% de estas infecciones fueron nuevos diagnósticos.
En Gran Bretaña y otros países europeos, las infecciones por virus transmitidos por la sangre, sobre todo el VIH y el VHC, con frecuencia se diagnostican tarde. Las guías clínicas de Gran Bretaña recomiendan realizar el test del VIH, basado en el enfoque opt-out (exclusión voluntaria), a todos los pacientes que acuden por primera vez a la atención primaria en entornos donde la prevalencia local del VIH supera 0,2%. La modalidad opt-out consiste en informar al paciente que el test del VIH está incluido en el conjunto de pruebas estándar y se realiza el test a no ser que el paciente decline específicamente la oferta. Investigaciones llevadas a cabo en otros países han mostrado que los servicios de urgencia hospitalarios son entornos idóneos para realizar el cribado de los virus sanguíneos. Por tal motivo, un equipo de investigadores de Gran Bretaña diseñaron un estudio piloto para determinar la prevalencia del VIH, el VHB y el VHC en pacientes atendidos en los servicios de urgencia hospitalarios.El estudio se desarrolló durante una semana de octubre de 2014 y participaron los servicios de urgencia de nueve centros hospitalarios en áreas con una prevalencia elevada de VIH: cinco centros de Londres, dos de Essex, uno de Leed y uno de Glasgow.
A todos los pacientes que tenían que someterse a una extracción sanguínea como parte de la atención recibida se les ofreció realizar la prueba del VIH, el VHB y el VHC. Durante la semana que duró el estudio, a 7.807 pacientes atendidos en los nueve servicios de urgencias se les realizó una extracción sanguínea. Un 27% de ellos (n=2.118) aceptó realizarse la prueba de detección de los virus de transmisión sanguínea, aunque se observaron diferencias entre los diferentes hospitales (1060%). En general, 52% de las personas que se hicieron la prueba fueron mujeres; la mediana de edad fue de 47 años y 42% se identificó como blanco.
Se identificó un total de 71 resultados positivos (3,4%) en las pruebas de detección, de los cuales 32 fueron nuevos diagnósticos (45,1%). Se registraron 39 infecciones por el VHC (de las cuales 15 fueron nuevos diagnósticos); 15 infecciones por el VHC (con 11 nuevos diagnósticos) y 17 infecciones por el VIH (con 6 nuevos diagnósticos). En un caso, se diagnosticó coinfección por VIH y VHC.
Los resultados muestran tasas de prevalencia diferentes para las tres infecciones: 1,84% para el VHC (0,71% entre los nuevos diagnósticos); 0,8% para el VIH (0,52% entre los nuevos diagnósticos); y 0,71% para el VHB (0,51% entre los nuevos diagnósticos). Además, se halló que las personas de edades comprendidas entre los 25 y 54 años tenían las tasas de prevalencia más elevadas: 2,46% para el VHC (1,18% en los nuevos diagnósticos); 1,36% para el VIH (0,5% en los nuevos diagnósticos); y 1,09% para el VHB (0,5% en los nuevos diagnósticos).
Un aspecto a destacar es que la mayoría de las nuevas infecciones no hubiesen sido diagnosticadas si solo se hubiese realizado la prueba de detección a los pacientes con síntomas o enfermedades indicadoras de infección por el VIH.
Los investigadores pudieron contactar con 23 (71,9%) de las 32 personas que habían sido diagnosticadas por primera vez de una infección viral. Un total de 21 pacientes (65,6%) acudieron a la cita de seguimiento médico y 19 (59,4%) continuaba recibiendo atención médica seis meses después de haber sido diagnosticados. Además, el estudio permitió identificar a 10 pacientes que habían sido diagnosticados previamente, pero que habían abandonado el seguimiento médico. Los investigadores pudieron contactar con 6 de estos pacientes (60%), de los cuales 5 (50%) acudieron a la cita de seguimiento, pero solo 2 (20%) continuaron en la atención médica seis meses después de finalizar el estudio.
En sus conclusiones los investigadores señalan que los datos de este estudio piloto sobre detección de virus de transmisión sanguínea necesitan ser confirmados con datos a largo plazo y análisis más detallados sobre la viabilidad, sostenibilidad y aceptabilidad de esta intervención por parte de médicos y pacientes en un estudio de mayor duración. Con todo, consideran que quizá una campaña de cribado de virus sanguíneos realizada durante un año en ciertos grupos de edad y en determinados entornos permitiría diagnosticar muchas más infecciones por hepatitis virales e infecciones por el VIH de las que se diagnostican habitualmente en los servicios de urgencia hospitalarios.
Fuente: infobioquimica
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