Un análisis de sangre para detectar la depresión


(Madrid).- En 2014, científicos de la Universidad de Northwestern, liderados por Eva Redei, pusieron a punto el primer test sanguíneo para diagnosticar la depresión mayor en adultos.  Una aproximación innovadora que proporcionó el primer diagnóstico objetivo de la depresión. El análisis identifica la depresión mediante la medición de los niveles en sangre de nueve de ARNs. Las moléculas de ARN son mensajeros que interpretan el código genético del ADN y llevan a cabo sus instrucciones, generalmente traduciéndose a una proteína que cumple una función determinada.

El análisis de sangre también predice quiénes se beneficiarán de la terapia cognitivo conductual basándose en el comportamiento de algunos de los marcadores. Esto proporcionará la oportunidad de terapias más eficaces e individualizadas.

Además, el test sanguíneo refleja los efectos biológicos que la terapia cognitivo conductual tiene en el paciente, siendo la primera evidencia medible, basada en un análisis de sangre, del éxito de esta terapia para tratar la depresión. Los niveles de los marcadores analizados cambiaron en los pacientes que recibieron terapia durante 18 semanas y dejaron de estar deprimidos.

“Esto indica claramente que se puede tener una prueba de laboratorio basada en un análisis de sangre para la depresión, proporcionando un diagnóstico científico de la misma manera en que alguien es diagnosticado con presión arterial alta o colesterol alto”, señala Eva Redei, del Departamente de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Universidad Northwestern, que desarrolló la prueba. ”Esta prueba permite un diagnóstico en salud mental en el siglo XI y ofrece el primer enfoque de la medicina personalizada a las personas que sufren depresión.”

Redei había desarrollado antes un análisis de sangre que se diagnostica la depresión en adolescentes. La mayoría de los marcadores que identificó en el caso de depresión en los adultos son diferentes de los encontrados en adolescentes deprimidos.

La búsqueda de una prueba biológica objetiva para el diagnóstico la depresión mayor ha sido un objetivo perseguido durante décadas. Y probablemente habrán de pasar varios años más antes de que este test se estandarice. El actual método de diagnóstico es subjetivo y se basa en síntomas no específicos, como el estado de ánimo deprimido, fatiga y cambios en el apetito, todos ellos comunes a un gran número de problemas mentales o físicos. El diagnóstico también se basa en la capacidad del paciente para explicar sus síntomas y en la del médico para interpretarlos. Sin embargo, los pacientes deprimidos con frecuencia no describen adecuadamente sus síntomas.

En salud mental estamos aún en una etapa semejante a la la medicina de hace un siglo, cuando los médicos diagnosticaban las enfermedades de acuerdo con los síntomas, simplemente por su “ojo clínico”, sin basarse en pruebas de laboratorio o de imagen.  Esto supone un porcentaje de acierto a la hora de asignar los síntomas del 50%. Con ese porcentaje, y atendiendo a las leyes de la estadística, el diagnostico se haría al azar. Lo que significa que muchos pacientes que acuden a atención primaria, donde se reciben la mayoría de los casos, estarían siendo tratados de patologías que no tienen o quedarían sin tratar correctamente. Y el hallazgo realizado en Northwest es un paso importante para disponer de pruebas de laboratorio que se pueden utilizar en el diagnóstico y la selección del tratamiento, señalaban los autores. El nuevo análisis de sangre permitirá a los médicos por primera vez usar pruebas clínicas para determinar qué tratamientos serán más útiles para cada paciente.

“En la actualidad sabemos que los fármacos son eficaces, pero no para todo el mundo. Y la psicoterapia también es eficaz, pero tampoco lo es para todos”, señalaba uno de los investigadores: “Sabemos que las terapias combinadas son más efectivas que las individuales, pero tal vez mediante la combinación de terapias estamos utilizando un enfoque disperso. Tener un análisis de sangre nos permitiría un mejor tratamiento específico a la medida de paciente”.

Vulnerabilidad

La concentración en sangre de tres de los nueve marcadores de ARN se mantuvo diferente en los pacientes deprimidos y en los controles no deprimidos, incluso si los pacientes deprimidos dejaron de estarlo después de la terapia. Esto parece indicar una vulnerabilidad a la depresión.

“Estos tres marcadores ayudarán a avanzar hacia el objetivo último de identificar la predisposición a la depresión, incluso en ausencia de un episodio depresivo actual”, resalta Redei. Saber qué personas son más susceptibles a la depresión recurrente permite controlarlas más de cerca. ”Esto permite considerar si se debe elevar la dosis de los antidepresivos o continuar con la psicoterapia para disminuir la gravedad de una posible recaída en el futuro o conseguir estas sean menos frecuentes”

Redei quiere ver si esta prueba puede diferenciar entre la depresión mayor y la depresión bipolar.

Respecto a la vulnerabilidad, en un estudio que se ha publicado en el último número de Translational Psychiatry, Redei ha descubierto la depresión no depende tanto de los genes como del entorno en que la persona está inmersa. Lo que significa que la vulnerabilidad solo se concreta en una depresión cuando se vive en ambientes desfavorables. Según este estudio, los genes no tienen la última palabra.

“Si alguna persona tiene antecedentes importantes de depresión en su familia y tiene miedo de padecerla o de que afecte a sus hijos en el futuro, nuestro estudio es tranquilizador. Sugiere que incluso con una alta predisposición a este trastorno del estado de ánimo, la psicoterapia o una terapia de activación conductual puede aliviarlo”`, explica Eva Redei. La terapia de activación conductual es en la actualidad una de las que mejor funcionan para combatir la depresión, y es, como mínimo, tan efectiva como la medicación. Consiste, como en el caso de los roedores, en enriquecer la vida de las personas con depresión. Para ello se trata de buscar actividades placenteras y recompensantes. Y como en los roedores, produzcan, a su vez, en el estado de ánimo y en su calidad de vida. 

Fuente: ABC

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