Insulina, ese invento clave que ya tiene casi un siglo


(Buenos Aires).- En el Día Mundial de la Diabetes, Gabriel Lijteroff, presidente del Comité Científico de la Federación Argentina de Diabetes (FAD), escribe para el diario Clarín sobre la insulina descubierta en 1921 y clave para tratar la enfermedad.

Ese día que te dijeron que debías aplicarte por siempre insulina te habrás preguntado ¿Por qué a mí? Te habrás revelado y hasta puedes haber sufrido descompensaciones por tu enojo con la situación.

Te invito a que pienses cuántos momentos maravillosos te han tocado vivir, el amor, la familia, los afectos, momentos inolvidables desde los seis meses posteriores a aplicártela por primera vez. ¿Por qué te digo esto? Pues porque antes de que esta amiga estuviera disponible para ti, no hubieras podido vivirlas. Así de simple.

Hoy, imaginas como algo cotidiano esta compañera que entró a tu vida sin que la invites. La realidad es que no estuvo siempre. Es bueno que conozcas un poco más de ella.

La insulina fue descubierta en el verano 1921 por Frederick Banting. Durante las vacaciones le asignaron de la universidad de Toronto a un ayudante: Charles Best, estudiante de Química, quien fue el encargado de aislar la proteína. En un trabajo arduo y a contra-reloj. En tan solo nueve semanas Banting y Best obtuvieron un extracto de páncreas. Lo llamaron “Islotina” que más tarde pasó a llamarse Insulina.

El primero en recibir insulina fue el niño Leonard Thomson, a quien su madre, ante la inminencia de su muerte, decidió confiar en este nuevo experimento. Ese niño tuvo así la oportunidad de ser el primero de millones.

Pero… ¿qué pasaba hasta entonces? Los tratamientos existentes en poco diferían de los propuestos casi 3.600 años antes. Hasta entrados los años 20, quienes tenían diabetes tenían pocas posibilidades de sobrevivir más de seis meses. Las dietas anoréxicas solo conseguían prolongar unos pocos meses la vida.

¿Por qué pasaba esto? Por una simple razón: Todos somos insulinodependientes. La ausencia de insulina es incompatible con la vida. Los que producen menos de lo necesario deben utilizar fármacos para normalizar sus niveles u optimizar su uso. Los que no la producen, o lo hacen en muy escasa cantidad, deben aplicársela.

Ha pasado casi un siglo desde este maravilloso descubrimiento de Banting y Best: la insulina. Permitió que la humanidad tuviera científicos, artistas, deportistas, estadistas, padres, madres, hijos, nietos. Miles y miles con la oportunidad de crecer, ser y hacer felices. Te invito a que tu próxima aplicación sea un brindis por esos pioneros y por todo lo bueno que te espera por delante.

Fuente: Mirada Profesional 

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