España, líder europeo en tratamientos de reproducción asistida


(Madrid).- España es el país europeo en el que se llevan a cabo más ciclos de tratamiento de reproducción asistida. Y es que sumando la fertilización in vitro (FIV), la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), la donación de óvulos y la inseminación intrauterina (IIU), en nuestro país se realizaron en 2014 un total de 109.275 ciclos de tratamiento, superando a Rusia (94.985) y a Francia (90.434), que ocupan el segundo y tercer lugar del podio. Así lo muestran los resultados del estudio presentado por la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana (ESHRE) en su XXXIII Reunión Anual que se está celebrando en Ginebra (Suiza), en el que entre otros datos se demuestra la reducción en la tasa de embarazos múltiples asociada a este tipo de tratamientos.

Como explica Carlos Calhaz-Jorge, presidente del Comité de Monitorización de FIV de la ESHRE, «empezamos a monitorizar la FIV en Europa en 1997, y la tasa de embarazos múltiples mantiene su lento pero continuado descenso. Además, la tasa de éxitos de los procedimientos parece haberse estabilizado, si bien los resultados en la donación de óvulos y el empleo de embriones congelados sigue creciendo. Sin embargo, el mayor ascenso se ha observado en los tratamientos con óvulos congelados, que se han visto ‘revolucionados’ con la expansión de la técnica de vitrificación».

Mayor tasa de éxito

En total, en el conjunto de países europeos se registraron en 2014 un total de 707.171 ciclos de tratamiento –sin contar los datos, no disponibles, de Reino Unido– que posibilitaron el nacimiento de 146.232 bebés. Y de acuerdo con los datos, el procedimiento más común en las clínicas y hospitales europeos fue la ICSI –336.123 ciclos–, seguido de la FIV –123.809–. Todo ello a pesar de que la tasa de embarazo por embrión transferido es mayor con la FIV (34,6%) que con la ICSI (33,1%). Sin embargo, esta predominancia del ICSI sobre la FIV no es una tendencia meramente europea, sino un fenómeno global.

Como refiere Carlos Calhaz-Jorge, «la ICSI fue desarrollada a principios de los años 90 como un tratamiento específico para la infertilidad masculina. Es decir, en caso de una calidad baja del esperma o un bajo recuento de espermatozoides. Pero a día de hoy es claro que también se utiliza para la fertilización en los casos no masculinos».

Empezamos a monitorizar la FIV en Europa en 1997, y la tasa de embarazos múltiples mantiene su lento pero continuado descenso
Carlos Calhaz-Jorge
Por su parte, las tasas de embarazo por embrión transferido se han estabilizado en torno a los ya referidos 34,6% en la FIV y 33,1% en la ICSI. Unas tasas que resultan inferiores a las logradas con la donación de óvulos –a día de hoy cercana al 50%–. Sin embargo, y como cabría esperar, estas tasas varían significativamente entre los países.

Asimismo, y con independencia del procedimiento –FIV, ICSI, transferencia de embriones congelados o donación de óvulos–, la tasa de embarazo es mayor con la transferencia de blastocitos –en el día 5– que en el día 3. Una tasa de embarazos que es mayor con óvulos de donante –cercana al 50%, ya sean óvulos congelados o ‘frescos’– que con embriones congelados.

Finalmente, el informe muestra cómo la tasa de embarazos de gemelos asociada a la reproducción asistida continúa descendiendo para establecerse en 2014 en torno al 17%. Un descenso que en gran parte se explica por la tendencia, cada vez mayor, a implantar un único embrión –un 11% en 1997 y cerca de un 35% en 2014.

Depende del país

En definitiva, el empleo de técnicas de reproducción asistida es cada vez mayor en Europa. Una realidad que, cuando menos parcialmente, puede explicarse por la decisión de las mujeres del continente de retrasar cada vez más su maternidad. De hecho, y si bien se estima que la necesidad global de tratamientos de fertilidad avanzada se establece en cerca de 1.500 ciclos por millón de habitantes y año, numerosos países europeos –Bélgica, Dinamarca, República Checa y Eslovenia– ofrecen más de 2.000 ciclos por millón de habitantes y año.

Sin embargo, no todos los países cumplen con esta necesidad, habiendo países que, como Italia, Malta y Portugal, se quedan muy lejos de estos 1.500 ciclos. Como concluye Carlos Calhaz-Jorge, «solo una minoría de países europeos cumplen esta necesidad».

Fuente: Argentina Investiga 

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