El 50% de los médicos llora dentro del hospital
Los médicos no son de acero. Un estudio realizado por la Universidad de Tilburg revela que la mitad de los profesionales sanitarios lloran en sus puestos de trabajo, motivados primordialmente por sentimientos como la compasión por sus pacientes o la impotencia de no encontrar más fórmulas para ayudarles. La fuerte vinculación con el paciente hace que, según los investigadores, se trata de una práctica que, a pesar de ser “indeseable”, no equivale a una falta de profesionalismo.
El nexo hace que un cuarto de los médicos haya llorado frente a su paciente, sin grandes diferencias de género. Es decir, un 23 por ciento de los médicos hombres ha llorado al lado de su paciente, frente al 26,8 por ciento de mujeres. El margen se amplía durante la privacidad, donde las más emotivas han sido las mujeres (57,5 por ciento), duplicando a los hombres (25,1 por ciento).
El estudio indica que los médicos han confesado que consideran más inapropiado que se llore por motivos personales, circunstancias de la jornada laboral o presión en el trabajo. Sin embargo, han reconocido que, indiferentemente de las causas, el haber llorado les ha hecho sentir menos profesionales o débiles. Una visión que no es compartida por parte de los pacientes, quienes lo perciben como una señal de empatía mutua.
Una de las conclusiones del estudio es que, mayoritariamente, los médicos apuestan por el control de sus emociones, pero la cercanía con los pacientes dificulta su manejo ante situaciones complejas. En este sentido, apuntan que “aunque quizá no sea una elección consciente, los médicos creen que deberán controlar sus emociones, siendo lo que tienen que hacer en su puesto de trabajo”
Fuente: Redacción Médica
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